El problema es que el mundo está lleno de hombres sin razón y posiblemente por ese motivo el mundo está tan mal!!!
Un pensamiento para hacernos recapacitar…
El hombre se distingue fundamentalmente del animal por la capacidad de raciocinio y un supuesto uso de la razón. Ya que disponemos de ella, ¡utilicémosla!, y hagámoslo no sólo en beneficio propio sino también ajeno.
Es cierto. Hay muchas personas que no tienen claro cuál es el camino a seguir y se dejan influenciar por prácticas fraudulentas o inmorales que otros han adoptado como costumbre, léase, personas que desempeñen cargos públicos.
Cuando recorres un camino, al que te has incorporado azarosa o volitivamente, has de identificar los hitos, has de reconocer los principios que te guían y dislumbrar el significado de la meta. Tal vez la meta sea el dejarse llevar y disfrutar del camino, no tiene necesariamente por qué perseguirse o alcanzar un final preciso. Si bien en este caso, no deberíamos estar hablando de una persona que pretende recorrer un camino con repercusiones directas en la sociedad. Un camino del que sólo pretende beneficiarse uno mismo, no puede ser un “camino del Estado”.
Si uno no conoce las reglas y consecuencias de aventurarse en un camino tal, pueden cometerse errores irreparables…
Y para atrevesar caminos complejos, arriesgados, en ocasiones incluso peligrosos, y de uso común, cuyas consecuencias no sólo nos afectan a nosotros sino también al resto de la sociedad, no podemos cruzarlo solos. Siempre debemos ir de la mano de unos principios y valores morales. Desde el principio hasta el final. En ese camino, con esa compañía, ¡no nos perderemos! O eso creo yo…
¡Gracias por el comentario!
El problema es que el mundo está lleno de hombres sin razón y posiblemente por ese motivo el mundo está tan mal!!!
Un pensamiento para hacernos recapacitar…
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El hombre se distingue fundamentalmente del animal por la capacidad de raciocinio y un supuesto uso de la razón. Ya que disponemos de ella, ¡utilicémosla!, y hagámoslo no sólo en beneficio propio sino también ajeno.
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Estoy de acuerdo y también en que hay mucho hombre sin razón…..y así nos va!!
😉
beso!
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Es cierto. Hay muchas personas que no tienen claro cuál es el camino a seguir y se dejan influenciar por prácticas fraudulentas o inmorales que otros han adoptado como costumbre, léase, personas que desempeñen cargos públicos.
Cuando recorres un camino, al que te has incorporado azarosa o volitivamente, has de identificar los hitos, has de reconocer los principios que te guían y dislumbrar el significado de la meta. Tal vez la meta sea el dejarse llevar y disfrutar del camino, no tiene necesariamente por qué perseguirse o alcanzar un final preciso. Si bien en este caso, no deberíamos estar hablando de una persona que pretende recorrer un camino con repercusiones directas en la sociedad. Un camino del que sólo pretende beneficiarse uno mismo, no puede ser un “camino del Estado”.
Si uno no conoce las reglas y consecuencias de aventurarse en un camino tal, pueden cometerse errores irreparables…
Y para atrevesar caminos complejos, arriesgados, en ocasiones incluso peligrosos, y de uso común, cuyas consecuencias no sólo nos afectan a nosotros sino también al resto de la sociedad, no podemos cruzarlo solos. Siempre debemos ir de la mano de unos principios y valores morales. Desde el principio hasta el final. En ese camino, con esa compañía, ¡no nos perderemos! O eso creo yo…
¡Gracias por el comentario!
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Demasiados hombres que actúan sin pensar en las consecuencias y mucho menos en los demás…
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