Si hubiera en mí algo de ingenio, algo de verdad y algo de sabiduría, quiera el destino que lo pueda emplear en animar el sentir del lector y favorecer como merece la honrada labor de este espacio, de este blog. Si de las torpes letras que pudiera juntar lograse hacer entender a quien por estos lares transita, que es necesario proteger, cuidar, alimentar y alentar el arte y la belleza como si de un frondoso jardín se tratase, mi dicha sería completa.
Ha vuelto Escritorio Zero, y es nuestro deber acompañarle en su camino de descubrimiento, para poder llenar nuestros días de sensibilidad y pasión. Para poder encontrar un rincón en el cual habita lo más valorable de la humanidad y lo más sensible de su legado.
Sirvan estas breves palabras para manifestar la alegría de quien disfruta del renacimiento del noble arte de la escritura con todo embellecimiento y adorno, como un vergel interminable que nos conmueve como a Stendhal en la Basílica de la Santa Croce florentina.
Y qué puedo añadir yo al respecto, más que agradecer con el corazón tan nobles palabras que en muchas ocasiones considero excesivamente grandes.
Espero que sigáis disfrutando de mis humildes y ambiciosos escritos por mucho tiempo. Y, por mi parte, espero tener el valor y la disciplina de escribir con más frecuencia.
Buena descripción del egocentrismo
Me gustaMe gusta
Muchas gracias, GF+. Sí, creo que es una descripción sencilla y muy gráfica. ¡Gracias por comentar! 🙂
Me gustaMe gusta
Si hubiera en mí algo de ingenio, algo de verdad y algo de sabiduría, quiera el destino que lo pueda emplear en animar el sentir del lector y favorecer como merece la honrada labor de este espacio, de este blog. Si de las torpes letras que pudiera juntar lograse hacer entender a quien por estos lares transita, que es necesario proteger, cuidar, alimentar y alentar el arte y la belleza como si de un frondoso jardín se tratase, mi dicha sería completa.
Ha vuelto Escritorio Zero, y es nuestro deber acompañarle en su camino de descubrimiento, para poder llenar nuestros días de sensibilidad y pasión. Para poder encontrar un rincón en el cual habita lo más valorable de la humanidad y lo más sensible de su legado.
Sirvan estas breves palabras para manifestar la alegría de quien disfruta del renacimiento del noble arte de la escritura con todo embellecimiento y adorno, como un vergel interminable que nos conmueve como a Stendhal en la Basílica de la Santa Croce florentina.
Me gustaMe gusta
Y qué puedo añadir yo al respecto, más que agradecer con el corazón tan nobles palabras que en muchas ocasiones considero excesivamente grandes.
Espero que sigáis disfrutando de mis humildes y ambiciosos escritos por mucho tiempo. Y, por mi parte, espero tener el valor y la disciplina de escribir con más frecuencia.
Un abrazo
Me gustaMe gusta